Entrevista a Mark Rudd.
Por Francisco Portela
Digitalizado de la Revista Revolución y Cultura. Nº12. Agosto de 1968.
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Mark Rudd en una asamblea en la Universidad de Columbia, New York.1968.
"La lucha en la Universidad de
Columbia ocupa realmente el más alto nivel en el movimiento
estudiantil en Estados Unidos", dice Mark Rudd, líder de la
Organización “Estudiantes por una Sociedad Democrática"
(ESD)1 al ser
interrogado en una entrevista exclusiva para "Prensa Latina"
acerca de las motivaciones que impulsan en la actualidad el auge en
la lucha estudiantil en las universidades norteamericanas y la
participación que tiene en ella el 'ESD".
"El caso de Columbia -agrega, ha sido el primero en que se produce una huelga universitaria amplia basada en cuestiones antimperialistas y antirracistas; aquí en Columbia, hemos podido galvanizar el respaldo del estudiantado contra las manifestaciones de racismo que en este caso se extienden hasta la comunidad, así como también contra las manifestaciones del imperialismo concentradas en los programas de investigaciones orientadas hacia el desarrollo de la guerra".
La huelga en Columbia comenzó el martes 23 de abril, cuando ante la intransigencia de la administración universitaria más ochocientos estudiantes marcharon fuera de los terrenos de ese centro docente y destruyeron gran parte de una cerca de doce pies de alto que rodeaba el lugar en que se pretendía construir "un gimnasio para la universidad en el parque Morningside que colinda con Harlem.
Cuando los Estudiantes regresaron a los terrenos del centro docente ocuparon Hamilton Hall y organizaron un comité de huelga. A los pocos días ya habían ocupado cinco edificios y representantes de cada grupo en cada edificio fueron añadidos al comité de huelga después de cinco semanas de lucha, la huelga contra el más reaccionario centro docente de los Estados Unidos continúa en pie, a pesar de cerca de mil arrestos por la represión policíaca, la probabilidad de cerca de 500 expulsiones o arrestos y los varios centenares de cabezas rotas por los rotenes y black jacks de los agentes de la autoridad llamados por la administración de Columbia, el presidente Graysonkirk, para aplastar la rebelión de los estudiantes.
De las demandas originales, tres, cuestiones fundamentales concretizan ahora la confrontación entre la facultad y la administración contra los estudiantes y la comunidad:
1-Suspensión de la construcción del
gimnasio
2-Rompimiento de las relaciones con el
"Instituto para el Análisis de la Defensa", y
3-Amnistía para todos los estudiantes
castigados por su participación en los disturbios y en el boicot.
"En estos momentos estamos en un
punto muerto... un impasse completo", sigue diciendo Rudd al
referirse a la situación en Columbia respecto a la huelga, al año
académico y a las relaciones de los estudiantes con las autoridades
administrativas.
"Hace cinco semanas cerramos la
universidad. Desde entonces no ha estado funcionando, sólo ha habido
unas pocas clases en algunas de las facultades, y de hecho la mayoría
de los exámenes finales de curso no se han llevado a cabo. El año
académico quedó paralizado. Se puede afirmar que el boicot ha sido
efectivo en un setenta o un ochenta por ciento.
"En cuanto al futuro -agrega el
líder del ESD-, la administración pretende disciplinar a a los
estudiantes expulsándolos, como lo han hecho conmigo, o también
amenazándolos con la expulsión si participan de nuevo en lo que
califican de “actividades ilegales".
Estamos combatiendo ahora estas
medidas disciplinarias. Cuando me suspendieron, unos trescientos
estudiantes llevaron a cabo una demostración sentada, y cuando la
administración llamó a la policía para sacarnos de los edificios y
terrenos se produjeron nuevos disturbios".
Estos incidentes ocurrieron en una
segunda ola de protestas durante el 21 y el 22 de mayo. En esa
ocasión, Mark Rudd y otros tres lideres de las demostraciones en
abril rehusaron presentarse ante el decano de administración en
relación con la amenaza de que serian suspendidos... Tras una
demostración encabezada por el propio Rudd, los estudiantes ocuparon
por segunda vez Hamilton Hall, el principal edificio académico de
Columbia con el fin de llamar la atención general a su protesta
contra las medidas disciplinarias. Horas más tarde, ya de madrugada,
la policía fue llamada otra vez y se desplegó por los terrenos
universitarios atacando indiscriminadamente a todo aquel que
encontraba a su paso.
Más de un centenar fueron arrestados,
pero Rudd fue llevado esposado al camión de la policía. La
confrontación terminó allí, y al salir el sol el 22 de mayo más
de setecientos policías custodiaban la universidad y sus terrenos,
todavía manchados aquí y allá con la sangre de las victimas de la
salvaje represión policíaca.
"Hasta ahora -continúa diciendo
Mark Rudd- trece estudiantes han sido expulsados o suspendidos; pero
muchos otros serán suspendidos, y la razón por' la que no lo hall
sido aún es porque no han sido llamados por las autoridades
administrativas para disciplinarlos. De modo que diría que desde un
centenar hasta unos quinientos podrían ser expulsados o suspendidos
de aquí a septiembre.”
Y agrega el líder del "ESD":
por nuestra parte, continuaremos la lucha durante todo el verano,
aunque mucha gente no estará en Nueva York debido a las vacaciones
que normalmente tienen efecto por esta época, pero nosotros
emplearemos el verano en hacer planes para el otoño y entonces
esperamos continuar la huelga aumentando nuestras fuerzas trayendo y
obteniendo el respaldo de grupos de otros centros docentes del país.
"Por ejemplo -sigue diciendo-,
esperamos organizar otras universidades para que vayan a la huelga.
Pensamos organizar a los inquilinos de la comunidad para que lleven a
cabo una huelga contra la universidad en los edificios de que ésta
es dueña, no pagando los alquileres para respaldar así el
movimiento estudiantil.
"Trataremos de organizar a los
trabajadores de los restaurantes de Columbia y otros menesteres
manuales para que se agremien y se unan así a nuestra lucha. De ese
modo esperamos incrementar nuestro poder, no sólo dentro del propio
estudiantado. sino que debemos contar con aliados de fuera y dentro a
favor de nuestras demandas",
El martes 4 de junio tendrá efecto en
la catedral (protestante) de San Juan el Divino el programa de fin de
curso de la universidad, y ya el presidente de Columbia, Dr. Kirk, ha
anunciado que no pronunciará el discurso de clausura. Ese día habrá
dos demostraciones de protesta, la primera organizada por el comité
de huelga, que consistirá en un desfile y mitin frente a la
catedral, y la otra, “pacífica”, en la que un número de
estudiantes se levantará y abandonará la nave de la catedral
durante los ejércitos. Esta última demostración está organizada
por un grupo llamado "Estudiantes por la reestructuración de
Columbia". El "comité de huelga" rehusó unirse a
esta demostración dentro de la catedral alegando que el programa en
sí simboliza las normas universitarias que los estudiantes en huelga
condenan actualmente.
Interrogado acerca de las relaciones
de Columbia con el "Instituto para el Análisis de la Defensa"
(IDA), Mark Rudd manifestó: “los liberales en la universidad y la
administración no han renunciado aún a sus conexiones con este
instituto de investigaciones que tiene como función desarrollar
armas de contrainsurgencia. Es mediante esta situación que hemos
aprendido mucho respecto a la naturaleza del liberalismo
norteamericano.
“Podria citar una pequeña anécdota
-añadió-, tanto el presidente como el vicepresidente de Columbia
han dicho que están opuestos a la guerra en Viet Nam, principalmente
porque la estamos perdiendo, desde luego; pero ninguno de estos dos
señores liberales está dispuesto a suspender las investigaciones
secretas que se realizan en la propia universidad con motivo de la
misma guerra”.
Las investigaciones y estudios para el
desarrollo y conducta de una guerra en la época post-Hiroshima
requieren un grado y nivel de conocimientos científicos que no se
encuentra a menudo entre los militares. De ahí que el Pentágono
descubriese que la mejor manera de obtenerlo y utlizarlo es
penetrando y controlando los centros docentes del país.
El “Instituto para el Análisis de
la Defensa”, (IDA) es uno de los más importantes organismos de ese
tipo. Así fue fundado en 1955, como una supuesta corporación no
lucrativa por el “Instituto Tecnológico de Massachisetts” (MIT),
el Instituto Case de Tecnología, la Institución Tecnológica de
California, Stanford University y la Universidad de Tulane. Luego se
le unieron las universidad de Michigan, Penn State, Chicago,
Princeton, Illinois, y en 1960 pasó a integrar el grupo la
universidad de Columbia.
La tarea fundamental del “IDA” es
suministrar respaldo científico y técnico al llamado “grupo de
evaluación de los sistemas de armamentos”, del Pentágono.
El “ESD” planteó por vez primera
la demanda de que Columbia se retirara del “IDA” en abril 24 de
1967. La posición de la administración de que dicha retirada no era
cosa para discutir con los estudiantes o la facultad de profesores ha
persistido hasta ahora. El 27 de marzo, el “ESD” presentó a la
administración un documento de mil setecientas firmas pidiendo que
Columbia se desconectara de la “IDA”.
Una demostración estudiantil en el
edificio de la biblioteca de la universidad condujo a cargo
disciplinario contra seis estudiantes que participaron en la
demostración. Esa medida de represalia condujo a la huelga que
comenzó el 23 de abril.
Entrando ya de lleno en el campo de lo
internacional, Mark Rudd siguió contestando las preguntas.
“¿Cómo ve los problemas de los
países del tercer mundo en general y en particular de la lucha del
pueblo vietnamita?”
“Nuestro criterio respecto a la
lucha de los pueblos del tercer mundo está muy estrechamente ligado
al punto de vista del pueblo cubano acerca de esa lucha -contesta
Rudd-, de hecho consideramos que el criterio cubano de la lucha en
América es quizás el modo correcto de cómo se producirá la
revolución”.
Y agrega: “Desde luego, simpatizamos
con los movimientos de los pueblos del tercer mundo. Estamos
conscientes de que nuestra lucha no puede estar aislada, no podemos
actuar sin tener en cuenta los pueblos del tercer mundo. Debo hacer
constar aquí al hablar con cubanos y con revolucionarios en otros
países están comenzando a comprender que nosotros tenemos aquí en
Estados Unidos un movimiento revolucionario, cosa que no se creía
que existía. Nuestro movimiento revolucionario es extremadamente
pequeño y muy mal organizado, pero estamos aprendiendo y estamos
seguros de poder asestar golpes y más fuertes contra la clase
dominante en los Estados Unidos. Columbia ha sido uno de esos golpes
peligrosos para la clase dominante. En definitiva, queremos actuar en
conjunto, estrechamente relacionados con los pueblos del tercer
mundo”.
“¿Cómo interpreta el impacto de la
guerra de Viet Nam en el movimiento estudiantil norteamericano?”,
le preguntamos. “Durante los últimos cuatro años la guerra de
Viet Nam ha sido el facto más importante en nuestro movimiento”,
afirma Rudd. Son muchos los estudiantes que han comenzado a
comprender el carácter injusto e inmoral del conflicto. Cuando
comenzó el reclutamiento de estudiantes para la guerra en Viet Nam
comenzaron las protestas, basadas naturalmente en motivos de interés
general. Pero, desde hace cosa de un año, la gran mayoría de los
estudiantes, por lo menos en Columbia, así como en el país, han
llegado a la conclusión de que la guerra no es un puro accidente,
sino una política consciente de agresión de ahí que no haya sido
hasta hace sólo un años que hayamos podido hablarle a los
estudiantes sobre imperialismo. Antes, la palabra imperialismo era
desechada perteneciente al “vocabulario del pobre comunismo”. Ha
sido sólo de un año para acá que hemos podido discutir la agresión
norteamericana en Viet Nam como una política consciente contra el
tercer mundo.
“Ahora que la gente ha comenzado a
interpretar la guerra en el sudeste de Asia como lo que realmente es,
no sólo como un accidente, se comprende más y mejor la naturaleza
de ave de rapiña de la clase dominante de Estados Unidos y, es por
esta razón, que se ha desarrollado cierta conciencia de lo que
significa la guerra en que está envuelto Estados Unidos”.
“¿Cuál es la posición del “ESD”
respecto a la rebelión del pueblo negro norteamericano?” seguimos
preguntando.
"Históricamente estamos
apartados del movimiento llamado del "poder negro" -dice el
líder del "ESD" -, nosotros estamos constituidos en la
gran mayoría por estudiantes blancos y de otra condición de raza.
Tenemos como función organizar las comunidades blancas del país.
"Durante años hemos sido una organización fraternal del
"SNCC", y la respaldamos cuando necesita nuestro apoyo. En
vista de que nuestra lucha en Columbia surgió a un nivel alto, como
es el de ocupar edificios y combatir contra la policía, los
estudiantes y la comunidad negra nos ha prestado su apoyo, y
actualmente nuestros movimientos son más paralelos que lo habían
sido hasta ahora.
Luchamos por los mismos objetivos
frontalmente, de la misma manera que la población negra lo hace".
Y añadió entonces: hemos comenzado a
tener contactos más estrechos entre si, pero no formamos parte del
movimiento del "poder negro" porque somos blancos. Nuestro
propósito es organizar a los blancos y decirles que respalden al
"poder negro", así como que combatan el imperialismo y
traten hasta donde sea posible de liberar la universidad. Desde luego
que esto pIantea una cuestión enteramente distinta, la cuestión de
hasta dónde podemos establecer una universidad libre dentro del
marco de la sociedad que nos rodea".
"Respecto a la ayuda que esperan
ustedes lograr de otras universidades, ¿incluyen en esos planes,
universidades negras como Howard, Carolina del Sur ...?
"Así es -contesta Rudd-, por
ayuda queremos decir que esas universidades cuentan con el potencial
para crear rebeliones propias contra la clase dominante en Estados
Unidos, y, quizás, una serie de unas 25 universidades ligadas al
movimiento serían demasiado para la policía, para la clase
dominante, y conquistaríamos nuestras demandas".
"Como se sabe -afirmó entonces
Mark Rudd-, nosotros hemos tomado del "Che" su lema "crear
dos, tres, muchos Viet Nams", así nosotros tenemos como lema:
crear dos, tres, muchas Columbias".
Aprovechando la coyuntura, pedimos al
líder del "ESD" que nos dé su opinión sobre la
"presencia" del Che Guevara en Nueva York, Berlín, San
Francisco, París, Tokio, Londres y otras ciudades del mundo.
"Aquellos de nosotros que combaten, o por lo menos se oponen al
imperialismo que hay quienes hablan de antimperialissmo, pero no
hacen nada-" dice Rudd, "ven al Che como un símbolo, como
lo ve también el pueblo cubano, como un símbolo de lucha. Sin
embargo, creo que debo advertir, que hay mucha gente que ven al Che
sólo como un romántico y nada más, es decir, como un
revolucionario romántico. Es el caso de muchos intelectuales
burgueses, especialmente aquí en Nueva York donde la revolución
está de moda. Estos no hacen nada y sólo ven los símbolos. Han
aceptado de hecho los símbolos como sustituto de la revolución. Por
eso es que vemos casos como el Che en la portada de la revista
"Evergreen", que es una publicación para intelectuales
burgueses. Para éstos, el Che "está de moda".
"Hay un tercer caso -continúa
diciendo Rudd-, y este es el más peligroso. Se trata de las fuerzas
de la represión aquí en los Estados Unidos quienes han tomado al
Che como símbolo de revolución y han comenzado a adaptarlo como
símbolo y en consecuencia destruir su carácter simbólico. Es el
caso de, por ejemplo, dos empresas cinematográficas de Hollywood,
que han anunciado que filmarán "la vida del Che". .
Y agrega el líder del "ESD":
todos sabemos perfectamente que ninguna película hecha en Hollywood
puede reflejar la conciencia revolucionaria del Che, de modo que, en
efecto, lo que sucederá es que el Che, como símbolo, será
presentado en un sentido negativo. Al integrarlo en el status quo lo
interpretarán como un fenómeno que existe sólo en el medio, y no
lo presentarán como un verdadero ser humano.
"Sucederá con él -sigue
explicando Rudd-, como con los jóvenes estudiantes y el senador
Eugene McCarthy. Este pretende aglutinar a la juventud norteamericana
para que trabaje para sus aspiraciones políticas. Quiere,
metafóricamente, hablando, ganarlos y cortarles el pelo, quiere
hacerlos parte de la estructura del gobierno democrático
representativo.
"En el caso del Che como símbolo
vemos que si la clase dominante no puede aceptarlo como símbolo, los
sectores burgueses de la población que están estrechamente ligados
a la clase dominante tratan de adaptarlo como símbolo,
desvirtuándolo previamente, en vez de tomarlo como realmente es. Es
decir, se le extraería el elemento revolucionario que contiene".
Refiriéndose entonces a si existe o
no un común denominador entre las rebeliones estudiantiles en
Estados Unidos, Francia, Alemania Occidental y otros países
europeos, Mark Rudd contestó:
"Desde luego, todos los
movimientos revolucionarios estudiantiles ven como uno de sus
principales objetivos la lucha contra el imperialismo norteamericano,
que consideramos como uno de los principales elementos que afectan a
la vida contemporánea”.
“Todos estamos ligados por nuestra
actitud imperialista -agrega Mark Rudd-, también lo estamos por
nuestra oposición al totalitarismo, la clase de totalitarismo
burgués que existe en Alemania Occidental y en los Estados Unidos y
también en Francia. Este totalitarismo es más fuerte aún en
universidades, donde vemos toda clase de planes de control del
programa de estudios de establecer una norma educativa que sólo
responda a los intereses de las corporaciones. En Columbia tenemos un
ejemplo claro, pero también lo vemos en las universidades francesas
y alemanas. Por eso es que tenemos la esperanza de organizar una
conferencia más tarde en el verano, en la que participen
representantes de los movimientos revolucionarios estudiantiles de
varios países incluyendo Cuba, pero esto necesita más trabajo de
organización y estamos sólo en el proceso de hacer contactos”.
“¿Cómo ve la posición y la
reacción en las universidades privadas en relación con las públicas
y del estado?” le interrogamos.
“Creo que la respuesta debemos verla
en función del carácter verdadero de la universidad privada en
Estados Unidos. Un centro docente como Columbia realmente está
estrechamente ligado al gobierno, y a las necesidades del gobierno, a
las necesidades militares de éste. Por ejemplo, en Columbia tenemos
cursos sobre “contrainsurgencia”, en la escuela de Asuntos
Internacionales. Tales cursos se les enseña a los futuros
funcionarios del Departamento de Estado así como a los futuros
dictadorzuelos latinoamericanos.
“Bajo ese mismo tenor vemos que en
las universidades públicas o del estado, hay cursos indispensables
para los que aspiran a ser administradores en los negocios. La clase
de economía que allí se enseña no es la que aprenden los cubanos
materialistas. La economía que allí se enseña es útil a las
corporaciones”.
“Ahora bien” -sigue diciendo
Rudd-, el resultado es que hay muy poca diferencia en Estados Unidos
entre las universidades públicas y privadas, ya que ambas cuentan
con el mismo curriculum, tienen a la vez el mismo tipo de controles
de alto nivel. “En Europa, hasta donde yo puedo saber, en las
universidades francesas, se hace cada vez más énfasis en alguno de
estos programas.
Por ejemplo, la sociología se
convierte básicamente en la técnica de mercado, que es
extremadamente limitada, y que carece de toda naturaleza social, ese
es el caso en las universidades públicas de Francia donde el impacto
y el aumento del capitalismo al estilo norteamericano es mayor cada
día”.
“¿Algún mensaje para los
estudiantes de América Latina?” Insinuamos.
“A pesar de que no conozco mucho el
movimiento estudiantil latinoamericano, sólo conozco bien el
movimiento juvenil cubano, quiero decirle a los revolucionarios de
los países del sur del río Grande que deben saber que aquí, en los
Estados Unidos, existe un movimiento revolucionario, aunque mucha
gente no lo crea así. Y, que cuando los estudiantes y el pueblo
revolucionario latinoamericano comiencen a crear, dos, tres y muchos
Viet Nams, habrá en Estados Unidos un movimiento que trabaje desde
dentro para combatir el imperialismo agresor.
Para despedirse, Mark Rudd advierte
que los estudiantes de Columbia hacen frente en estos momentos a una
situación en que la administración está usando a la policía para
agredirlos y tratar de atemorizarlos con arrestos y suspensiones.
“Por ejemplo -dice-, yo mismo estoy
en libertad bajo fianza de dos mil quinientos dólares, acusado de
amotinar, de incitar al motín, de propugnar la delincuencia
criminal. Estos cargos, desde luego son falsos, pero se plantean para
evitar que agitemos y continuemos la lucha. Tenemos actualmente en la
cárcel a un compañero, Marty Kenner, acusado de confabularse para
cometer asesinato, porque señaló a una multitud a un policía que
estaba vestido de paisano. Si se le declara culpable podría ser
condenado a 20 años de cárcel.
“De modo, que la realidad es que la
represión está incrementándose y será más aguda y más abierta
porque las clases dominantes nos ven como una amenaza verdadera para
el status quo”.
En resumen, Columbia es un polvorín
debido a la intransigencia de sus administradores y síndicos -todos
pertenecientes a grandes corporaciones-, los estudiantes negros han
amenazado con abandonar la universidad si cualquiera de ellos fuese
suspendido, y los miembros del “ESP” y gran parte del
estudiantado amenazan a su vez con no permitir que se abran las
clases en septiembre si la administración no concede la amnistía
que exigen los estudiantes en huelga.
1.
Esta organización es más conocida por sus siglas en inglés, o sea,
SDS (Students for a Democratic Society).
Del servicio especial de
Prensa Latina
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